martes, 29 de noviembre de 2011

Salud: El método IG - I

El método IG







Existen muchos métodos para bajar de peso, pero uno de los más efectivos y modernos que cuentan con el apoyo de los últimos descubrimientos sobre los alimentos es el método IG o sea el método basado sobre el índice glucémico. La abreviatura IG significa justamente eso. Este método se basa en disminuir la ingestión de alimentos que tienen alto índice glucémico y en su lugar eligiendo alimentos que tienen un bajo IG, Todos los alimentos tienen un determinado valor de este índice, que señala cuanto dicho alimento aumenta el nivel de azúcar sanguíneo. La meta consiste en mantener una curva de glucemia, o sea de azúcar sanguíneo estable, lo que brinda muchos efectos positivos, no sólo en cuanto al descenso de peso, sino también, tal como lo han señalado diversos estudios, el mejoramiento de la salud en muchos sentidos. El riesgo de contraer diabetes y trastornos cardiovasculares disminuye, así como la ansiedad por consumir cosas dulces, se tiene mayor energía y mejor poder de concentración, así como se está más activo en general siguiendo el método IG.
Además, resulta más fácil disminuir de peso y esta disminución sucede más rápido que con otros métodos, así como la disminución de peso es más durable, a diferencia del caso de usar dietas con polvos o métodos semejantes que suelen ser pronto sucedidos por un nuevo aumento de peso en cuanto se abandona la dieta de los polvos.

Así funciona el método IG
No es difícil iniciar las comidas de acuerdo al método IG y uno rápidamente se compenetra con el mismo.
El método IG es todo un estilo de vida, una manera de pensar en lo que se refiere a comidas, que tú puedes usar todo el resto de tu vida.
No es entonces en absoluto algo que puedas seguir algunas semanas para luego volver a las viejas costumbres. Es en cambio una nueva manera de pensar que brinda efectos positivos en la forma de menor peso, combatir la obesidad o el exceso de peso y una vida más activa. Además no es necesario abandonar las comidas sabrosas.
En resumen el método IG consiste en ingerir alimentos del más bajo índice IG como sea posible.
Se suele dividir los alimentos en tres grupos:
- bajo IG, por debajo de 70
- IG medio, entre 70 y 90
- IG alto, por encima de 90
Se debe consumir muchas proteínas, carbohidratos lentos y grasas útiles, así como frutas y verduras.
En cambio de deben evitar los carbohidratos rápidos como pastas, papas chips, pizza, golosinas, copos dulces y bizcochos.
Es asimismo importante realizar comidas en forma regular durante el día, preferentemente cada tres o cuatro horas para mantener la curva de glucemia estable. De esa manera se comienza rápida y fácilmente a bajar de peso, en particular si se combina el método GI con el ejercicio físico.



Qué se puede comer y qué conviene evitar
Todo lo que se quiera
- Se puede comer tanto como se quiera de estos alimentos:
aves, pescados, mariscos, carne, huevos, aceite de oliva, aceite de centeno, aceite de nueces, aceite de semillas de lino, mayonesa, aceitunas, palta, nueces, semillas, quesos almacenados (30% de grasa), quesos untables, muzzarella, quesos grasos, crema doble, todos los tipos de lechuga, morrones, apio, pepinos, coliflor, radichas, espárragos, broccoli, col, arvejas, berenjenas, squash, espinacas, col de Bruselas, tomates.
Moderadamente- de vez en cuando, pero no a menudo: frutas, frutas secas, lentejas, porotos, chocolate oscuro (70% de cacao), arroz integral, zanahorias (preferentemente crudas), pan integral, avena integral con fibra, pasta integral
Se debe evitar: papas, arroz blanco, pasta, pan, hamburguesas, pizza, harina blanca, golosinas, galletitas, bizcochos, papas chips, refrescos, jugos, yogurt frutado, copos de desayuno
Para bajar de peso rápida y fácilmente se debe seguir cuidadosamente la lista. Además de excluir los carbohidratos malos se debe pensar en comer en forma regular, sin dejar pasar más de cuatro horas. Para un efecto aun más rápido se puede complementar este programa de comidas con ejercicio físico.

Ventajas y desventajas del método IG

El método IG es una buena manera de disminuir el peso. Pero no se trata de una dieta convencional, sino de un estilo de vida que está pensado para funcionar todo el resto de tu vida, no por un período corto. El método IG está basado en sentido común sano. Se deben ingerir carbohidratos lentos, proteínas con poca grasa, grasas buenas y muchas frutas y verduras. Asimismo se debe pensar en comer en forma regular y favorablemente realizar ejercicios físicos para obtener el mejor efecto.

Ventajas del método IG

Las ventajas son muchas: se obtiene una curva de glucemia más pareja, uno se vuelve más despierto y activo, más sano, el método es favorable para el corazón, la ansiedad por dulces disminuye, se baja de peso rápida y fácilmente, se tiene más energía y los riesgos de sobrepeso y de diabetes y enfermedades cardiovasculares disminuyen.

Desventajas del método IG

Por cierto que también existen desventajas, aún cuando sean escasas. Por ejemplo, puede ser complicado y difícil leer las tablas de IG y aprender que es lo que se puede comer. Puede ser trabajoso al principio antes de que uno entra de pleno en ese estilo de vida. También es un riesgo de que uno pueda comer de manera equivocada, si no se estudia el método a fondo, antes de comenzar con él. El mayor error que muchos cometen es el de ingerir demasiado poco hidratos de carbono en la creencia de que uno está siendo extra cuidadoso y que por lo tanto se debería bajar de peso en forma extra acelerada. Pero no es así que funciona, el cuerpo y el cerebro necesitan hidratos de carbono, pero de la clase apropiada y en cantidades correctas.




Serie de artículos sobre el método IG
por Ricardo Ferré




sábado, 26 de noviembre de 2011

¿CÓMO MANTIENEN LOS EXDEPORTISTAS SU ESTADO FÍSICO?

¿CÓMO MANTIENEN LOS EXDEPORTISTAS SU ESTADO FÍSICO?
"El doctor Ricard Serra, cardiólogo del Hospital de Sant Pau de Barcelona, afirma en un reciente estudio sobre la frecuencia cardíaca lenta (bradicardia sinusal) que los entrenamientos de hasta 19 horas por semana no han afectado negativamente a la evolución del corazón de los exatletas objeto de este estudio. Estas pruebas contradicen lo publicado en su momento por The New English Journal of Medicine, que sostenía que el sobreentrenamiento de los deportistas con bradicardia extrema (menos de 50 pulsaciones por minuto) a la larga les exponía a complicaciones cardíacas, como arritmias e incluso muerte súbita. Su muestra, sobre 150 expdeportistas concluye que a pesar del sobreesfuerzo cardiológico realizado durante años son portadores de corazones sanos, mucho más que el de personas sedentarias y que su bradicardia persiste porque en general todos ellos siguen con una práctica deportiva saludable, entre 5 y 7 horas semanales."
Revista Estilos de Vida Barcelona, Noviembre 2011 

Enviado por el Prof. Abel Inchuste


domingo, 6 de noviembre de 2011

Personalidades de la educación física: Pedro de Hegedüs

En recuerdo de Pedro de Hegedüs

Profesor de Educción Física
Entrenador Nacional de Atletismo
 

Jorge de Hegedüs 
jhegedus@sinectis.com.ar
(Argentina)
 



    Una de las tantas mañanas en que nos sentamos con Jorge en un café de Buenos Aires, a hablar de todo un poco y pensar temas de interés para publicar, se me ocurrió preguntarle si era algo de Pedro de Hegedüs, a quien se nombra en forma destacada en el libro de Langlade, un uruguayo que escribió sobre la historia de la gimnasia. Me contestó: era mi padre. Trascartón, me di cuenta que estábamos frente a un gran tema, y le pedí que escriba un artículo sobre su padre. (N. del E.)
 
http://www.efdeportes.com/ Revista Digital - Buenos Aires - Año 10 - N° 72 - Mayo de 2004
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Introducción
    Estamos en la temporada atlética y se está por largar la carrera de los 400 mts. A la orden del juez los atletas van a sus respectivos tacos de partida. Luego se escucha el clásico"listos" y suena el disparo. Todos los corredores salen de manera vertiginosa, pero por la recta opuesta se puede ver a una figura alta, cuya cabeza no tiene oscilación alguna, como si se desplazara en una línea recta pese a la alternancia entre apoyo y vuelo. Sus zancadas son largas, aproximadamente de 2.70 mts. Entra a la recta final con sensible ventaja y cruza la línea de llegada con un registro de 49" 2/10 sec.: ¡récord nacional! Quizás este registro no impresione mucho en la actualidad, y mucho menos como el mejor registro de una nación.
    Para ello se hace necesario aclarar que fue establecido en el año 1932 en la Pista Oficial de Atletismo de la ciudad de Montevideo, Uruguay por el atleta Héctor R. Domínguezque representaba al Club Stockolmo. A partir de ese momento a esta gran atleta se le puso el sobrenombre de "La Pantera Azul". Al poco tiempo Domínguez también obtuvo el primado nacional en los 400 m con vallas con 55 sec. Este deportista siempre estuvo muy reconocido a su entrenador y maestro por la forma en que lo entrenó. ¿Quién fue esta persona? Era de un inmigrante húngaro llamado Pedro de Hegedüs. Sin embargo la calidad de este extranjero centro europeo no estuvo concentrada únicamente en el atletismo, sino como veremos más adelante también sobre otras áreas de la Educación Física, el deporte en general y el arte.

Pedro de Hegedüs y sus antecedentes europeos
    Pedro de Hegedüs (Molnár, de parte de madre) nació en Budapest, Hungría, el 7 de Mayo de 1895. Desde muy joven mostró ser bastante dotado para las actividades físicas. A los 15 años de edad ya competía en boxeo, alternándose con los mejores de su país. Por esa época hace una gira por Europa nada menos que el Campeón de Mundo de los pesos pesados Jack Jonson con su entrenador. Este último lo vio tirar guantes y reconoció de inmediato sus grandes cualidades para dicho deporte. Lo invita a ser su dirigido y llevárselo a los Estados Unidos para hacerlo profesional. El padre del joven Pedro -Jorge de Hegedüs- se opuso terminantemente a esta "aventura" de su hijo y por lo tanto lo hizo continuar su carrera de boxeador en su país natal. Pero además alternaba este deporte con el atletismo y los saltos ornamentales (o clavados). En el atletismo llegó a correr los 100 metros en 11"2/10, 6.30 m en el salto en longitud, 1.76 en altura, y además récord de Hungría 1.48 m en esta última especialidad pero sin impulso.
Debido a la necesidad que tenía el joven Pedro de Hegedüs para obtener más resistencia como consecuencia de la práctica del boxeo es que empieza a correr distancias más largas en sus entrenamientos. Según contó hace muchos años, participó en una carrera de 20 kilómetros en donde obtuvo el 5° lugar. En los saltos ornamentales obtiene la medalla de bronce en el Campeonato Nacional de Hungría, siendo el vencedor nada menos que el Campeón Europeo. A los 18 años de edad entra a la Facultad de Medicina de Budapest para seguir la carrera de médico, con orientación hacia la neurología, pero al poco tiempo debió suspenderla por un hecho sumamente trágico: en el mes de Julio de 1914 estalla la Iª Guerra Mundial, la "Gran" Guerra.
    Debido a que Hungría estuvo muy involucrada en este asunto por pertenecer al Imperio Austro - Húngaro, entra de inmediato a participar en esta aterradora contienda. Pedro de Hegedüs se presenta de inmediato como voluntario con sus 18 años. Peleó duramente los 4 años que duró esta lucha fraticida. Estuvo asignado contra el frente Ruso e Italiano en la primera línea de ametralladoras. Intervino nada menos que en 37 ataques cuerpo a cuerpo a bayoneta. De todos estos enfrentamientos pudo salir ileso e incluso obtuvo 13 condecoraciones, incluida la Cruz de Hierro. Por sus actos de valor ya a los 21 años de edad había sido ascendido al grado de capitán.
    Sin embargo la Guerra Mundial tuvo sus efectos sobre su persona, especialmente desde el punto de vista emocional. Los muertos, los heridos, los desaparecidos, las familias desgarradas, el ver morir a muchos de sus camaradas y amigos tuvieron efectos sobre su personalidad los cuales perduraron el resto de su vida, y nunca llegó a superarlos. Al firmarse el armisticio en 1918 vuelve a reiniciar sus actividades en la Facultad de Medicina. Pero se da cuenta que esta no es la profesión que más le gustaba, su orientación siempre estuvo sobre el deporte. Es por este motivo que entra como alumno en el "Real Instituto de Educación Física de Budapest". En dicho instituto docente tuvo como profesores al célebre Kmetyko y al Dr. Otto Misángy. Paralelamente es co-fundador de la "Federación Húngara de Box y Lucha". En esa época llega a ser entrenador de Ádler Siga, Campeón Nacional de Hungría en el deporte pugilístico el cual luego lograría un enorme prestigio cuando se retiró y se convirtió en el entrenador del triple Campeón Olímpico, y luego Europeo, Lászlo Papp.
Pedro de Hegedüs siempre mostró un espíritu polifacético de tal manera que también incursionó en el periodismo deportivo con singular éxito. Su espíritu aventurero lo lleva a tomar la decisión de emigrar a Sud América, específicamente a la Argentina. En 1927 y con 32 años de edad se embarca hacia el Río de la Plata. Según contó en su momento, el barco se detuvo por unas horas en la ciudad de Montevideo. Desciende con algunos pasajeros con los cuales ya hizo amistad después de tantos días de convivir juntos en la estrechez de una embarcación. Entra a un café del puerto de dicha ciudad y ahí escucha -según sus palabras- la famosa "Cumparsita" del genial compositor uruguayo Gerardo Mattos Rodríguez. Decide suspender su viaje a Buenos Aires y radicarse en Montevideo.

Pedro de Hegedüs y su vida en el Uruguay
    Para una persona que llega como inmigrante con apenas 7 dólares en los bolsillos, desconociendo el idioma y sin conocido alguno, el comienzo no fue nada fácil. En estas condiciones cualquier trabajo fue apreciado. Pese a sus antecedentes de ser héroe nacional en su país de nacimiento por su desempeño en la Iª Guerra Mundial y de tener el título de Profesor de Educación Física y Campeón Nacional de Box, ello no le impidió a que entrara a trabajar como peón -armador de hierro- en la construcción de distintos edificios. Luego de ello y desempeñando variadas tareas humildes entra a la Comisión Nacional de Educación Física (organismo rector de dichas actividades en el Uruguay), pero... en los talleres, es decir, donde se fabricaban los materiales deportivos.
    Pide que se le tome una prueba para trabajar como docente en el área del boxeo y atletismo. El muy conocido Prof. Alberto Suspicci fue el que le tomó dicho examen. Aprobó con las máximas calificaciones. Hay que resaltar que entre estas dos personas se inició a partir de ese momento una amistad de toda la vida. En 1930 participa como docente en el primer gran curso de Educación Física que se realizó en el Uruguay. El mismo duró varios meses y tuvo como alumno nada menos que a una de las personalidades más reconocidas del deporte uruguayo, específicamente el fútbol. Se trató del luego famoso "coach" Ondino Viera. Si bien este obtuvo el título de Prof. de Educ. Física nunca lo ejerció fuera del ambiente del fútbol.
    En 1932 Pedro de Hegedüs contrae enlace con Elena Megadja, una compatriota suya y que también llegó a ser su colega. Elena Megadja de Hegedüs fue la introductora en su momento del método Mensendick (gimnasia con sustento de gran actividad respiratoria).
    A esta altura de las circunstancias se produce un hecho sorprendente. Existía en el ejército uruguayo gran carencia de "maestros de gimnasia y esgrima". Por dicho motivo el Jefe del Estado Mayo uruguayo, el Gral. Christie entonces todavía coronel) lo invita a que se enrole en el ejército nacional pese a ser extranjero. Pero como Pedro de Hegedüs ya había sacado su carta de ciudadanía no tuvo problema alguno ante semejante invitación. Su vinculación con la Escuela Militar duró hasta el año 1957 llegando al grado de capitán de Educación Física, asimilado al estado militar. También desempeñó funciones docentes en la "Escuela Naval" y también la "Aeronáutica". Pero su pasión por el atletismo nunca se aquietó. La mayoría de los atletas que concurrían a la Pista Oficial de Atletismo se entrenaban con él.
    En 1933 se hace el Campeonato Sudamericano en Montevideo. Pedro de Hegedüs es el entrenador de los atletas uruguayos. El equipo uruguayo de relevos de 4 x 100 obtiene la medalla de oro sobre otras cuartetas nacionales de verdadera jerarquía como Argentina y Brasil. De ahí surgió una jocosa anécdota dado que en forma individual Uruguay no tenía los mejores velocistas, aunque sí las otras naciones ya mencionadas. Luego de la derrota sufrida ante los orientales (uruguayos) el entrenador del equipo nacional de los argentinos se le aproximó a Hegedüs y le preguntó consternado en cómo había logrado semejante hazaña con prácticamente velocistas de mediana calidad. La respuesta que dio el maestro húngaro se hizo famosa y luego, en el futuro fue muy tomada en cuenta. Pedro de Hegedüs explicó brevemente la razón de la victoria de sus dirigidos: "...el pasaje amigo... elpasaje". Obviamente Pedro de Hegedüs se refería a la técnica del pasaje del testimonio en las correspondientes zonas de relevos, el cual, si se entrena y se hace de forma adecuada, proporciona grandes ventajas; no bastaba tener simplemente 4 corredores veloces.
    En 1937 viaja con el equipo nacional uruguayo a Río de Janeiro, en donde su atleta fondista Carmelo Di Gaeta obtiene la medalla de plata en los 3000 metros con 8:53" min. (récord nacional) detrás del gran fondista argentino Delfo Cabrera, el cual luego se convertiría en Campeón Olímpico de la maratón, en Londres en 1948.
    Pero la pasión de Pedro de Hegedüs también estuvo en el campo de la gimnasia. De acuerdo a ello la Comisión Nacional de Educación Física le ofrece horas de cátedra tres veces por semana en el "Gimnasio Universitario" de la ciudad de Montevideo. Se tenía como objetivo dar clases "populares" de gimnasia y de "grandes aparatos" para toda la comunidad. Sólo se exigiría para ello la llamada "ficha médica" otorgada por la Comisión Nacional de Educación Física, organismo que siempre controló la salud de las personas que quisieran utilizar los predios deportivos oficiales. El trabajo de Pedro de Hegedüs en dicho lugar empezó de manera paulatina, con el tiempo se fue incrementando hasta niveles insospechados en el primer momento. A los pocos años en las noches de los lunes, miércoles y viernes los jóvenes llenaban literalmente dicho gimnasio. ¿Cuál fue el resultado de todo ello? Que para el año 1940 Uruguay hubiera podido formar un equipo olímpico de gimnasia si es que se hubieran realizados los JJ.OO. en Tokio. Desgraciadamente dichos juegos fueron suprimidos por la IIª Guerra Mundial. Decimos esto porque dentro de los que se formaron en este Gimnasio Universitario hubieron 16 gimnastas que en la misma época hacían la "gran vuelta" (o "molino gigante") en la barra fija (¡!). En los otros aparatos como también en el "piso" hacían los ejercicios más complejos para esa época. Esto fue algo inédito en la historia de la gimnasia deportiva de la R.O. del Uruguay.

Pedro de Hegedüs y el Instituto Superior de Educación Física
    En el Uruguay existía una gran carencia en materia de Educación Física. Una de las causas principales era que no contaba con una escuela estable para la formación de docentes en dicha área. En países como Argentina, Chile y Brasil ya existían dichos institutos desde hacía varias décadas. Por dicha causa se crea por ley el "Instituto Superior de Educación Física" en el año 1939 y la carrera iba a tener una duración de 3 años. Pedro de Hegedüs tuvo importante participación en la creación de dicha casa de estudios. Incluso dictó durante varios años distintas cátedras como gimnasia, boxeo y atletismo. Paralelamente a la creación de este Instituto Superior, también se crea la "Escuela Militar de Educación Física", organismo en donde se formaban de manera simultánea oficiales del ejército pero especializados en Educación Física. En la misma Pedro de Hegedüs también tiene el dictado de distintas cátedras de su especialidad.
    Pero también hay que destacar un hecho muy importante. En 1939 conoce al gran maestro danés Niels Buck, el cual ejerció sobre Hegedüs gran influencia desde el punto de vista técnico - gimnástico. Con ello se rompía de manera definitiva el viejo enfoque sueco de la gimnasia, la cual estaba regulada por una gran variedad de posiciones estáticas: la "calistenia". Los daneses crearon la gimnasia de los grandes "impulsos" realizados en forma continua. Esto desarrollaba gran movilidad y dinamismo en los movimientos. Hegedüs cambia su orientación e introduce en el Rio de la Plata la gimnasia llamada en "rama verde" (como si se tomaran los extremos de una rama y con pequeñas oscilaciones se va tratando de aproximarlas entre sí).
    Esto era algo completamente nuevo. Las "Clases Populares" del Gimnasio Universitario - mencionado ya anteriormente- toman este modelo y es la primera en ponerlo en práctica en toda Latinoamérica: fue un verdadero equipo de gimnasia de elite con la nueva tendencia.
    Obviamente esta técnica gimnástica fue adoptada por el Instituto Superior de Educación Física y también la Escuela Militar de Educación Física. 





Pedro de Hegedüs, nuevamente el Atletismo, otros deportes y el Congreso Internacional de Educación Física
    Sobre fines de la década de los años treinta del siglo pasado el club Sud América lo invita a ser su "preparador físico" del equipo de básquetbol, cuando dicha institución militaba en la correspondiente federación. Este equipo tuvo una excelente actuación en dicho Campeonato Uruguayo. Luego en 1943 nada menos que el Club Peñarol lo contrata para la misma tarea que hizo en el básquetbol, pero esta vez en el área popular del fútbol. Tuvo buena actuación al ganar el "Torneo Competencia" y el segundo lugar en el "Uruguayo". Pero siguió latente en Hegedüs su preferencia sobre el "Rey de los Deportes", el Atletismo. Es nombrado nuevamente como entrenador del equipo nacional para el Campeonato Sudamericano a desarrollarse en Montevideo en el año 1945. Tuvo la gran satisfacción de ver coronado como campeón a uno de sus dirigidos, a Raúl Cóccaro, el cual obtuvo el máximo galardón con 57.08 m en el lanzamiento de la jabalina, récord nacional del Uruguay. En 1947 viaja con la delegación uruguaya al Sudamericano que tuvo lugar en Río de Janeiro. El equipo nacional de relevos de 4 x 100 obtiene la medalla de plata prácticamente con corredores de mediana calidad (nuevamente...."el pasaje"). Pero aquí se produce un hecho significativo. Las autoridades del campo de la educación física de Brasil, con sede en la capital carioca (Brasilia recién se estaba construyendo) al enterarse de la presencia de Pedro de Hegedüs formando parte de la delegación uruguaya de atletismo, lo invitan a quedarse en dicha ciudad para el dictado de un largo curso. ¡Para los brasileños esta era una oportunidad que no podía ser desaprovechada! Pedro de Hegedüs acepta dicha invitación y permanece durante un mes más en esa ciudad, una de las más hermosas del mundo. Dichas jornadas versaron sobre distintos campos: metodología, gimnasia, atletismo, planificación del entrenamiento, etc. Años más tarde cuando el autor de la presente también dictó un curso en Río de Janeiro, varios colegas docentes -ya mayores de edad- recordaron el paso de Pedro de Hegedüs en dicha ciudad con mucho cariño.
    En el año 1949 se desarrolla en la ciudad de Montevideo un gran Congreso Internacional de Educación Física. Al mismo concurrieron los representantes de mayor relevancia de varios países latinoamericanos. Según los relatos de esa época, el Congreso se desarrollaba dentro de los cánones normales y convencionales en dicha área de la educación. Sin embargo, y para "romper la monotonía" durante el desarrollo del mismo, Pedro de Hegedüs en una de sus ponencias "lanza una bomba" en el sentido simbólico de la palabra. ¿Qué era lo que había ocurrido? Para entender dicho asunto conviene aclarar que en esos tiempos, existía gran antagonismo entre la llamada "Educación Física", representada obviamente por el campo de la gimnasia, con relación al deporte y el alto rendimiento. Pues bien, Pedro de Hegedüs declaró explícitamente y de forma contundente que la Educación Física y el Deporte "debían de marchar juntos". Esto provocó gran controversia y la mayoría de los presentes quedaron como estupefactos ante semejante postura. En ese entonces para muchos docentes de la educación física, especialmente los "teóricos", la cinta métrica, el cronómetro, los deportes de equipo del alto nivel constituían "una blasfemia" ante la "verdadera" Educación Física, es decir, la gimnasia. Este maestro húngaro estaba completamente contra esta posición. Su propuesta prácticamente provocó una "silbatina". Años más tarde el Prof. Enrique Romero Brest (h) manifestó en una rueda de colegas en la ciudad de Colonia, Alemania"...esta posición de Pedro de Hegedüs en el Congreso del año 1949 nos pareció descabellada, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta que tuvo toda la razón... la Educación Física y el deporte no tienen por qué estar enfrentados, se complementan perfectamente". El Prof. Alberto Langlade con el tiempo llegó adoptar la misma posición que Hegedüs y Romero Brest.
    En vista del gran reconocimiento que se le tenía desde el punto de vista internacional Pedro de Hegedüs es invitado por el Instituto de Educación Física de Santiago de Chile en el año 1951. El país trasandino lo acogió con gran cariño y le tributó toda su calidez durante más de dos meses. Esto sirvió para que Hegedüs entablara una gran amistad con un gran médico catedrático chileno, el Dr. Luis Bisquert Susarte. Años más tarde este científico - docente se refirió cariñosamente recordando a Hegedüs como "don Pedro, el Maestro..."(Hegedüs ya había fallecido).
    En el año 1952 Pedro de Hegedüs es designado entrenador nacional para el equipo de pentatlón que participaría en los JJ.OO. de Helsinki, Finlandia, a la vez que adopta por primera vez una nueva metodología de entrenamiento surgida en el centro de Europa. Sus atletas empiezan a entrenarse en lo que en ese entonces se conoció como el "intervall training", de manera parecida como la hacía el gran Emil Zatopek. Bajo esta metodología el corredor Gilberto Sánchez establece en pista (¡) el récord nacional en la media maratón. A su vez el equipo nacional del pentatlón concurre a la "catedral" de los deportes, Helsinki, Finlandia, en donde tiene buena actuación.
    Resumiendo se puede expresar que Pedro de Hegedüs fue un verdadero revolucionario tanto en el campo de la gimnasia y también del entrenamiento deportivo. Todo lo que se hizo luego por sus seguidores, fue solamente una continuación de la gran obra que inició este maestro por los años 30 del siglo pasado.

Pedro de Hegedüs, su personalidad y los últimos años de su vida
    Para este húngaro "acriollado" o "gringo" (como algunos lo llamaban) existían varias pasiones dado que el campo de la Educación Física y el Deporte era como si le "quedara chico", como si fuera un "mundo estrecho", insuficiente para sus valores espirituales, emocionales y también su intelecto. Pedro de Hegedüs era más amplio, era "más que Educación Física y Deportes". Debido a ello también se destacó como un excelente pintor artista, hecho que se refleja aún en la actualidad por los numerosos óleos que salieron de sus diestras manos y que están suspendidos o colgados en la actualidad en varias paredes pertenecientes a los hogares de los que fueron sus muchos amigos. Además de ello era un apasionado de la música clásica. En su hogar se escuchaba una sola emisora, la radio oficial llamada SODRE (Servicio Oficial Difusión Radio Eléctrica) la cual en ese entonces, como también ahora, pasa todo el día música clásica. Pedro de Hegedüs se movía también por ello -en sus escasos momentos libres- en un círculo de amigos pertenecientes al mundo del arte, en donde se hablaba de Van Gogh, Gaugin, Picasso, Monet como también de J. S. Bach, Vivaldi, Beethoven, Chopin, Mozart, etc. Sus clases de atletismo en el Instituto Superior de Educación Física de Montevideo no eran nada rutinarias dado que eran matizadas con conocimientos de fisiología y también física y matemática (caso de los saltos y lanzamientos atléticos). Pedro de Hegedüs era un amplio conocedor de estas ciencias exactas y la astronomía, rama, esta última, de la cual también llegó a dar conferencias. Era también un gran lector de los grandes filósofos como Platón, Kant, Hegel, Schopenhauer, etc. Además de ello era un admirador y estudioso del héroe de la independencia de la R.O. del Uruguay: el Gral. José Gervasio Artigas. Hegedüs admiraba a este gran soldado oriental por su hidalguía, inteligencia, valentía y capacidad como táctico guerrero. Por sus propias credenciales o "curriculum" como héroe de la Iª Guerra Mundial, este maestro húngaro se sentía verdaderamente "colega" del Gral. Artigas y comprendió cabalmente el sentido guerrero de esta gran personalidad oriental. En su biblioteca (más de mil tomos) existían varios libros de estudio sobre este genial militar uruguayo.
    El autor de la presente nunca ha podido conocer a otra persona tan versátil desde el punto de vista intelectual teniendo como base una profesión como la de Prof. de Educación Física. Con Pedro de Hegedüs se podía conversar sobre cualquier tema de alto vuelo cultural: Educación Física, Ciencias Exactas, Filosofía, Arte, Ciencias Políticas, etc. Hasta podía hacerlo de "igual a igual" con especialistas de cada una de estas ramas del acervo intelectual.
    Pero en la vida de este maestro no todo era "color de rosa", también habían algunos problemas. Si bien su apariencia era verdaderamente carismática e imponía enorme respeto tanto por su recia estampa de gran deportista como también su enorme intelectualidad, pese a ello existía en él una gran inestabilidad emocional. Desde este punto de vista, más que sensible, Pedro de Hegedüs era sumamente "frágil". Por dicha causa, especialmente a partir de los años cincuenta empezaron a evidenciarse en su conducta diaria fisuras, las cuales con el paso de los años se fueron acrecentando. Esta inestabilidad emocional obviamente venía desde mucho tiempo atrás la cual de una u otra forma estuvo contenida. Estos problemas tuvieron sus causas. Los 4 años de la Iª Guerra Mundial con las angustias que provocaron en su juventud los 37 asaltos cuerpo a cuerpo a bayoneta calada en las trincheras, de alguna forma volvieron a resurgir. Es como dijo un psicólogo "...el pasado siempre está presente". Además había que tomar en cuenta los sueldos magros que existían en ese entonces en su país de adopción como docente y militar (¡aunque ahora también!) hacía que trabajara prácticamente todo el día, levantándose durante muchos años a las cinco de la mañana y se acostaba prácticamente a la media noche. Pedro de Hegedüs vivía continuamente estresado.
    Con el paso del tiempo ello trajo su "factura". Además de ellos, encontraba continuamente escollos en su trabajo como docente. Hegedüs tenía excelentes amigos y aunque no se evidenciaban enemigos, sí existía indiferencia ante sus nuevas y revolucionarias ideas. La indiferencia puede llegar a ser peor que una franca enemistad. Este maestro aplicó de manera incorrecta la ley de "causa y efecto". "Erróneamente" pensó en la siguiente relación: mérito igual reconocimiento. En ese sentido Pedro de Hegedüs sufrió verdaderas injusticias profesionales. Fue dejado de lado para concurrir a los Juegos Olímpicos de Berlín (1936), a los de Londres (1948), a la "Linguíada" que se realizó en Estocolmo (1949), pagando caro su observación de que "...la Educación Física debía marchar junto al Deporte....".
    Para los representantes uruguayos que concurrieron a dicho acontecimiento mundial constituyó una verdadera vergüenza al encontrarse con colegas extranjeros que de manera sorprendida e inocente les preguntaron: "¡cómo! ¿Hegedüs no integra vuestra delegación?" Además de ello también y a último momento lo dejaron fuera de la delegación olímpica para los juegos a desarrollarse en Helsinki (1952). El equipo nacional de pentatlón viajó sin entrenador (¡?).
    Obviamente Hegedüs cometió un "grave error" al pensar que la gran tarea que había realizado durante más de 20 años, con los grandes cambios técnicos y los grandes logros que fueron producto de su gran inteligencia innovadora y creativa, ello tendría su merecida recompensa y como se señaló en líneas anteriores. Este "gringo" cometió la inocente "torpeza" de no tomar en cuenta las circunstancias a través de las cuales se mueven nuestros países latinoamericanos, es decir, el no reconocer o darse cuenta de la manera en cómo funcionan. Nunca se pudo convencer ante el hecho que el tradicional "lobby" y/o el "amiguismo" son indispensables para la obtención de determinados logros; nunca comprendió cuán vital era el moverse en los pasillos en donde estaban situadas las puertas de las oficinas de las grandes autoridades políticas, de todos aquellos que tenían el poder de las decisiones. ¡Esas puertas había que golpearlas suavemente, y si uno era admitido para entrar, había que tener el máximo cuidado de no hacerlo muy .... "erguido"!
    Pedro de Hegedüs no se movía en el mundo de la política para el logro de favores personales, aunque la conocía muy, pero muy bien, dado que entre otros, era muy conocedor del "Príncipe" de Maquiavelo, tenía algunas ideas socialistas y era además un estudioso de las "Ciencias Políticas". En nuestros países latinoamericanos hay que tomar en cuenta un hecho muy grave por su seriedad: la educación es considerada como un "gasto" y no una "inversión". Por dicha causa Pedro de Hegedüs (como muchos colegas entonces y ahora también) se constituyó en el verdadero prototipo del docente "taxi" para ganarse la vida y poder vivir dignamente, es decir, saltando de un trabajo al otro todo el día, desde sus obligaciones como militar a la docencia civil, rigiéndose continuamente por horarios estrictos y sin consideración alguna. Cada vez tenía menos tiempo para pensar, meditar, elaborar y crear.
    Hegedüs era muy lector, un apasionado de los libros, pero los libros cuestan dinero y esa era otra de las causas por las cuales trabajó tanto: quería seguir cultivándose desde el punto de vista intelectual. Era de la opinión de que "para conocer cómo es una familia hay que ver si tiene o no una biblioteca en su hogar". La vida intensa que llevaba hizo finalmente eclosión en 1952 cuando sufrió un derrame cerebral (justo después de haber sido notificado de su eliminación del equipo olímpico para Helsinki), del cual se pudo recuperar a medias. Su estado general psico-físico se mantuvo relativamente estable hasta 1958 a partir del cual empezó una visible decadencia. Pedro de Hegedüs hubiera querido escribir libros de su especialidad. Pero si bien hablaba con bastante fluidez el idioma español, ello no le daba el nivel como para expresarse con verdadera corrección en su escritura. El Prof. uruguayo Raúl López Barrera en su momento intentó ayudarlo para tal fin. Pero ya era tarde, el maestro húngaro ya no funcionaba de manera correcta desde el punto de vista intelectual.

Pedro de Hegedüs fallece el 26 de febrero de 1961 a la edad relativamente joven de los 65 años de edad.
    Su nombre comenzó a ser olvidado con el paso de los años, sin embargo los Profesores Alberto Langlade y su esposa Nelly (que habían sido sus alumnos en el Instituto Superior de Educación Física) le dedican con gran muestra de reconocimiento y cariño su libro "Teoría General de la Gimnasia" editado en la Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. Estos docentes reconocían en dicha publicación a Pedro de Hegedüs como "...el maestro, ahora y en el futuro".
    Esta breve historia no se puede terminar sin una aclaración: "¿qué fue de aquel récord nacional establecido por el atleta entrenado por "don Pedro", Héctor R. Domínguez (la "pantera azul") y con el cual comenzamos este relato? Duró como récord nacional del Uruguay durante 31 años (¡?) hasta que fue mejorado por Juan F. Aguilar recién en 1963 (48" 7/10).
Aportado por el Prof. Abel Inchuste 



sábado, 5 de noviembre de 2011

Combatiendo la vida blanda: atletas veteranos

En la pista el atleta argentino que aún no ha finalizado la prueba.


Combatiendo la vida blanda
En Uruguay unos 400 atletas veteranos desafían los años en busca de salud y medallas. Y en los torneos internacionales es común su presencia en el podio.

L.G.
En la pista de atletismo del Parque Batlle, el coloniense Hugo Vázquez (73) recibe el aplauso de todo el mundo. Llegó último en la competencia de 200 metros llanos, en la categoría 70 años, durante el reciente Torneo López Testa. Está notoriamente cansado, descalzo y rengueando; está visiblemente feliz. "No debería correr, pero yo no quiero abandonar esto. Es tan lindo el entorno, llegues último o primero igual te aplauden". Hugo, que ya le ganó a un cáncer de próstata, piensa llegar a los 90 años corriendo cien metros.
Hay camaradería entre los atletas veteranos; humor negro, también. "No les den mucho más tiempo que no llegan", dice uno de los corredores mientras se demora el inicio de una prueba. "Yo no descanso mucho, sino no me levanto más", afirma otro sexagenario, muy extenuado. Todos afirman que seguirán esforzando la máquina hasta que el cuerpo aguante.
Habrá camaradería, pero también hay competencia. Muchos de estos veteranos no han perdido el "ojo del tigre". Celeste Alves, de La Paz, tiene una presencia que desmiente los 71 años que canta su cédula, gracias a su tono muscular y a su cabello teñido de azabache. Coqueta y orgullosa, cuenta que desde que empezó a competir en los torneos continentales, en 2000, siempre ganó en sus respectivas categorías en 100, 200 y 400 metros llanos. "O sea, en la región no tengo rivales". Omar Clok (56), de Piriápolis, con dos oros y dos platas traídos del XV Campeonato Sudamericano que se realizó en noviembre pasado en Chile, saca pecho de manera tajante: "La camaradería es importante, pero yo entreno para ganar".
También está Washington Flores (85). En el fondo de su casa cerca de la Gruta de Lourdes, este ex bombero entrena en un circuito improvisado eludiendo árboles, perros y nietos. Con pesas de textiles y bolsas de arena se armó sus propios implementos para fortalecer brazos y piernas. Tiene muchos más otoños de lo que aparenta su rostro de escasas arrugas; tiene 400 medallas en su palmarés, incluyendo oros en salto alto, salto largo y lanzamiento de bala, en la categoría 85 años, obtenidos en la reciente cita en Chile; también tiene una placa de tórax donde el color negro domina en sus pulmones, recuerdo de sus 42 años como fumador. "El cigarrillo fue mi gran error", dice. "Antes de calentar, me mando dos nebulizaciones. Soy asmático. Si no fuera por el deporte, estaría en una silla de ruedas conectado a un tubo de oxígeno".

Un atleta ya se considera veterano cuando supera los 30 años. "Es ahí cuando comienza el proceso de envejecimiento", afirma Raúl López Barrera (76), presidente del Centro de Atletas Veteranos de Montevideo (Cavemont). "Y si uno no toma providencias ese proceso es más rápido y más intenso. Es importante la adquisición de hábitos buenos que nos permitan, ya de grandes, disfrutar de lo que salvamos del naufragio". Raúl hoy es récord sudamericano en garrocha en categoría 75 y tercero en decatlón en el Mundial de Veteranos de Finlandia en 2009. De estado físico impecable, hay otro factor que provocaría la envidia de muchos: su segunda esposa, también docente de Educación Física, tiene la mitad de su edad. "Hago decatlón, ¡soy corajudo!"
En Uruguay, el grueso de estos deportistas -unos 400 en total- tienen más de 55 años, agrega el médico deportólogo Leonardo Salvarrey (66), médico presidente de la Asociación de Atletas Veteranos del Uruguay (Asavur). Las categorías van de cinco años en cinco, y las disciplinas son adaptadas. Por ejemplo, a partir de los 60 años los 400 metros con vallas se transforman en 300, y los obstáculos son diez centímetros más bajos; el martillo común pesa 7,25 kilogramos, pero los competidores de 60 años lanzan cinco kilos, y los de 80 dos.
Lo único que se les exige, indica Salvarrey, son controles médicos. Para el presidente de Asavur, la propia actividad es la que hace que los viejos huesos sigan aguantando sprints, saltos y lanzamientos. "El atletismo es el deporte madre y el organismo se abastece con la actividad física. El que la practica previene diabetes, obesidad, osteoporosis, insuficiencia cardíaca y cerebro-vascular".
MOTIVACIONES. ¿Qué motivaciones puede tener una persona con buena parte de su vida ya hecha para ponerse a prueba al rayo del sol o bajo lluvia? Más tomando en cuenta que, salvo por algunos apoyos puntuales, son los propios deportistas los que deben costearse todos sus implementos, entrenamientos y traslados, incluyendo los viajes a competir al extranjero (cientos de dólares para un sudamericano, miles para un mundial).
"Es simplemente sentirse bien, tener un motivo en qué pensar, no abandonarse a quedarse sentado en un sillón, delante del televisor y hamacarse. En lugar de eso, prepara su equipo para lanzar bala o disco al parque, o correr, porque tiene una competencia en seis meses". Así habla Salvarrey, quien además fue medalla de oro en 300 metros con vallas en el Mundial de Finlandia 2009, categoría 65 años. El compartir pista y vivencias con sus pares, además de apostar a la salud, son otras respuestas comunes entre estos deportistas. Berenice Da Silva (50) aporta otra motivación: "Es más barato que pagarle a un psicólogo", afirma sonriente.
LOGROS. Desde Puerto Rico en 2003, las delegaciones uruguayas no han vuelto de los mundiales con las manos vacías. En Finlandia 2009, por ejemplo, fueron cuatro representantes y los cuatro subieron al podio: en total, trajeron tres oros y dos bronces. Y en el último Sudamericano de Chile (al que viajaron 96 atletas), la cosecha fue impactante: 28 oros, 17 platas y 17 bronces. ¿Por qué no se obtienen esos éxitos en los Mundiales o Juegos Olímpicos "absolutos"?
Salvarrey, quien también es ex presidente de la Confederación Atlética del Uruguay (CAU), dice que para preparar un atleta al máximo nivel "hay que pensar en una inversión de más de un millón y medio de dólares al año", algo absolutamente prohibitivo para el medio local. Los entendidos en el tema indican que entre los veteranos, las exigencias y presiones de la alta competencia ya son dejadas de lado. Si se practicó deporte desde joven, las distancias entre las potencias y los países periféricos se acortan. Prima la técnica en estado puro, sin aditivos ni diferencias abismales de infraestructura.
"Los veteranos en Europa, EE.UU., Australia se jubilan, ¿no? Y allá hay mucho auto, mucha comida, mucha vida blanda. Y acá la necesidad hace que tengan que seguir trabajando, moviéndose", asegura López Barrera.
El sol del mediodía obliga a una pausa en el Parque Batlle. Como si fuera un picnic, se forman rondas de mate a la sombra. Se intercambian bromas, se comparan récords y se pasan "piques". Hay más autos que público. Casi ninguno de los atletas consultados dice haber podido contagiar a sus hijos o nietos en esta práctica; pocos se acercan a ver al abuelo beberse los vientos. Ellos, en cambio, son quienes prefieren levantar la bandera de la práctica deportiva ante su descendencia. Todo entre pares, compitiendo entre ellos y contra ellos mismos, buscando sentirse mejor, más rápidos, más altos y más fuertes, como reza el lema olímpico: citus, altus, fortis, mucho antes que annosus.