lunes, 11 de junio de 2012

LA MÁQUINA HUMANA


LA MÁQUINA HUMANA

Cilindrada y eficiencia

Diversos estudios científicos, casi todos ellos realizados por investigadores
españoles, han evaluado las características fisiológicas de los participantes
del Tour. Entre los corredores estudiados hay ciclistas que han sido capaces
de clasificarse entre los diez primeros de la general. O de ganar la carrera
como Miguel Indurain.

En deportes de resistencia, la cilindrada del motor humano se define por
su capacidad de consumir el mayor volumen posible de oxígeno durante
esfuerzos máximos. Más del 90% del oxígeno que consume el ciclista
lo utilizan los músculos de sus extremidades inferiores y sus músculos
ventilatorios , como el diafragma y los intercostales, para contraerse.

Para acabar el Tour hay que tener un motor de alta cilindrada, aunque no
excepcional. El consumo máximo de oxígeno VO2max de los participantes
del Tour no es muy diferente del VO2max de los ciclistas aficionados
de buen nivel. Suele oscilar entre 5000 y 5500 mililitros por minuto
(ml./min.). O entre 70 y 80 ml./Kg./min., si expresamos esta variable en
función del peso corporal del ciclista. En cambio el VO2max de los atletas
kenianos, por ejemplo, o esquiadores de fondo puede sobrepasarlos 80 ml./
Kg.min., algo menos frecuente en ciclismo.

La segunda característica para ser un hombre tour, tanto o más importante
que la anterior, es la eficiencia mecánica. Es decir, la capacidad que tienen
los músculos en el caso del ciclista los de sus extremidades inferiores de
transformar la energía que consumen en trabajo mecánico, es decir en
vatios.

Cuando los ciclista amateurs o las personas sedentarias pedalean su
eficiencia mecánica no suele pasar del 22%. Es decir, que el 78% de la
energía que consumen sus músculos se desperdicia en forma de calor, que
el cuerpo debe eliminar sobre todo a través de la evaporación del sudor. En
cambio, los hombres tour son más eficientes y alcanzan cifras promedio de
24%. Algunos incluso se acercan al 28%.

Mientras que el VO2max suele estar determinado en gran medida por la
herencia genética del ciclista, se entiende que la eficiencia mecánica es
una variable mejorable con el entrenamiento. Por algo los profesionales
recorren al menos 35000 kilómetros por temporada. Aquellos ciclistas a

los que la naturaleza ha dotado con un VO2max relativamente bajo, de
65 a 70ml./Kg./min., compensan ese déficit con una eficiencia mayor
de lo normal. Y viceversa: los que andan sobrados de VO2max pueden
permitirse ser algo derrochones de energía.

Precisamente lo que distingue a los ganadores del Tour es que sus motores
tienen una alta cilindrada y una gran eficiencia. Una combinación inusual.
En un estudio publicado en una prestigiosa revista científica, Padilla y sus
colaboradores recogen unos excepcionales valores de VO2max y eficiencia
en Miguel Indurain: 6400 ml./min. (o casi 80 ml./Kg./min. para sus 81 kilos
de peso) y 26% respectivamente.

El caso de Lance Armstrong es similar. Uno de los mejores fisiólogos del
ejercicio de los Estados Unidos Edward Coyle, evaluó periódicamente
a su paisano Armstrong desde sus inicios como profesional hasta el año
que ganó su primer tour en 1999. Los resultados de sus investigaciones
los presentó en un congreso internacional: el VO2max de Armstrong se
mantuvo muy elevado a lo largo de los años, entre 80 y 85 ml./Kg./min.,
y su eficiencia aumentó hasta un 8% (en sus inicios su eficiencia apenas
sobrepasaba el 21%).

Alejandro Lucía
Universidad Europea de Madrid


Contribución del Prof. Abel Inchuste