Todos los recursos hídricos del país están contaminados
Futuro incierto para el Río Santa Lucía; no encuentran un "plan b"
El pronóstico para el Río Santa Lucía es poco alentador. Se necesitan cinco años para que la calidad del agua mejore. Eso si se cumple el plan de protección. Mientras, expertos afirman que el país no tiene un "plan b".
El Santa Lucía con problemas ambientales. Foto: Ricardo Figueredo
Gabriela Cortizas - El País uy
"Todo tiene un efecto residual muy importante. Aunque se aplique un plan (de protección), eso tiene una inercia de nutrientes volcados a los cursos de agua que no se liberan de un día para el otro", dijo a El País Luis Reolón, director de la División de Evaluación de la Calidad Ambiental de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama).
Para Reolón no es una novedad la aparición de algas en el río, fenómeno que se sintió con fuerza en marzo del año pasado y que terminó en agua potable con mal olor y sabor. La temperatura y los nutrientes vertidos al agua por las industrias dispuestas a lo largo de toda la cuenca hacen que este fenómeno sea esperable. Y no es una situación que vaya a cambiar en el corto plazo.
"Estamos hablando de cosas sabidas y tenemos claro que se van a seguir dando por un buen tiempo. Hasta que podamos ir mejorando todos los aspectos ambientales de la cuenca", dijo. Y agregó: "Difícilmente podamos encontrar una mejora importante de la calidad del agua en menos de cinco años".
Aunque el Ministerio de Vivienda diseñó un plan de acción que maneja plazos hasta 2015, los nutrientes permanecerán varios años en las aguas del país.
"En mayor o menor medida, las aguas superficiales están afectadas negativamente por la acción humana. A partir de la década pasada hubo un aumento productivo muy importante -agropecuario e industrial- y eso ha llevado a que los sistemas acuáticos se hayan visto afectados", dijo a El País el doctor Luis Aubriot, experto en Liminología de la Facultad de Ciencias.
Según Aubriot, la cosecha de soja está afectando directamente el monte ribereño. "Quieren plantar hasta las orillas del río. Están desmalezando mucho monte", aseguró. Estos montes son los que funcionan como filtro de las aguas.
La situación ha llevado a que la búsqueda de posibles nuevas fuentes de agua potable se hayan visto acotadas. "Casi todas las cuencas del país se han visto afectadas negativamente. Esto provoca que los recursos naturales sufran. En casi todas las poblaciones del país se han detectado floraciones de cianobacterias, en muchos casos tóxicas como en la Cuenca del Río Negro o del Río Uruguay. Entonces, la búsqueda de nuevos sitios para obtener agua son en vano", aseguró.
Hay recursos hídricos que todavía están en buenas condiciones como Paso del Soldado y el Arroyo Casupá. En estos lugares, según Aubriot, se evalúa construir embalses. Sin embargo, se trata de un arma de doble filo. El experto explicó que la construcción de embalses fomenta el crecimiento de cianobacterias. "Las cianobacterias son bacterias que tienen clorofila, que pueden hacer fotosíntesis, y tienen la capacidad de generar muchas sustancias. Entre ellas algunas aromáticas que dan mal olor y sabor al agua. También pueden generar toxinas: neurotoxinas, patotoxinas y dermotixinas", perjudiciales para la salud.
"Los controles (en el Santa Lucía) van a ser mucho más estrictos que en el resto del país. El tema es que todos esos controles van a llevar un tiempo en concretarse y, mientras, la calidad del agua sigue siendo igual o peor", dijo.
La Facultad de Ciencias y OSE tienen un convenio en vías de aprobarse para hacer un trabajo conjunto a largo plazo. "La idea es generar un sistema de alertas tempranas de fenómenos nocivos para la calidad de agua que se puedan realizar velozmente", dijo. Incluso se maneja un sistema de detección en tiempo real, pero que conlleva un alto costo.
La primera medida se enfoca en reducir el impacto de las emisiones líquidas de los vertimientos de origen industrial al río. Se establecieron industrias de "prioridad 1" y de "prioridad 2", dependiendo de la magnitud de sus vertidos. Las 22 de primera prioridad tenían plazo hasta el pasado diciembre para presentar un proyecto de una planta de tratamiento que debe estar construido para 2015. La mayoría pertenecen a la industria cárnica.
Según Julián Ruiz, especialista en Derecho Ambiental de Ferrere que fue consultado en momentos de crisis por la Dinama, algunas empresas ya presentaron sus planes ambientales. Además, el organismo multó a varios establecimientos por no cumplir con los valores de la normativa sobre vertidos.
"Pero sancionar no es suficiente porque se debe apuntar a que se conserve el curso del agua y no a sancionar porque sí", dijo el especialista.
"Yo creo que las medidas son las que están en carpeta. Quizá tendrían que haber sido adoptadas antes", acotó.
"La situación sigue igual. No ha mejorado. Va a llevar unos años. Hay muchos aportes que continúan siendo recibidos", puntualizó también Aubriot.
Controlar el aporte de nutrientes. Restringir el acceso del ganado a abrevar en los recursos de la "Zona A". Construir un perímetro de restricción en los embalses de Paso Severino, Canelón Grande y San Francisco.
Para Reolón no es una novedad la aparición de algas en el río, fenómeno que se sintió con fuerza en marzo del año pasado y que terminó en agua potable con mal olor y sabor. La temperatura y los nutrientes vertidos al agua por las industrias dispuestas a lo largo de toda la cuenca hacen que este fenómeno sea esperable. Y no es una situación que vaya a cambiar en el corto plazo.
"Estamos hablando de cosas sabidas y tenemos claro que se van a seguir dando por un buen tiempo. Hasta que podamos ir mejorando todos los aspectos ambientales de la cuenca", dijo. Y agregó: "Difícilmente podamos encontrar una mejora importante de la calidad del agua en menos de cinco años".
Aunque el Ministerio de Vivienda diseñó un plan de acción que maneja plazos hasta 2015, los nutrientes permanecerán varios años en las aguas del país.
Incierto.
El Santa Lucía no es el único recurso hídrico del país contaminado. Según expertos la contaminación está totalmente extendida, por lo que dificulta la disposición de un "plan b" para el país."En mayor o menor medida, las aguas superficiales están afectadas negativamente por la acción humana. A partir de la década pasada hubo un aumento productivo muy importante -agropecuario e industrial- y eso ha llevado a que los sistemas acuáticos se hayan visto afectados", dijo a El País el doctor Luis Aubriot, experto en Liminología de la Facultad de Ciencias.
Según Aubriot, la cosecha de soja está afectando directamente el monte ribereño. "Quieren plantar hasta las orillas del río. Están desmalezando mucho monte", aseguró. Estos montes son los que funcionan como filtro de las aguas.
La situación ha llevado a que la búsqueda de posibles nuevas fuentes de agua potable se hayan visto acotadas. "Casi todas las cuencas del país se han visto afectadas negativamente. Esto provoca que los recursos naturales sufran. En casi todas las poblaciones del país se han detectado floraciones de cianobacterias, en muchos casos tóxicas como en la Cuenca del Río Negro o del Río Uruguay. Entonces, la búsqueda de nuevos sitios para obtener agua son en vano", aseguró.
Hay recursos hídricos que todavía están en buenas condiciones como Paso del Soldado y el Arroyo Casupá. En estos lugares, según Aubriot, se evalúa construir embalses. Sin embargo, se trata de un arma de doble filo. El experto explicó que la construcción de embalses fomenta el crecimiento de cianobacterias. "Las cianobacterias son bacterias que tienen clorofila, que pueden hacer fotosíntesis, y tienen la capacidad de generar muchas sustancias. Entre ellas algunas aromáticas que dan mal olor y sabor al agua. También pueden generar toxinas: neurotoxinas, patotoxinas y dermotixinas", perjudiciales para la salud.
"Los controles (en el Santa Lucía) van a ser mucho más estrictos que en el resto del país. El tema es que todos esos controles van a llevar un tiempo en concretarse y, mientras, la calidad del agua sigue siendo igual o peor", dijo.
La Facultad de Ciencias y OSE tienen un convenio en vías de aprobarse para hacer un trabajo conjunto a largo plazo. "La idea es generar un sistema de alertas tempranas de fenómenos nocivos para la calidad de agua que se puedan realizar velozmente", dijo. Incluso se maneja un sistema de detección en tiempo real, pero que conlleva un alto costo.
Plan.
El Ministerio de Vivienda y Medio Ambiente presentó el pasado año el "Plan de acción para la protección del agua en la Cuenca del Santa Lucía" con varias pautas a cumplir.La primera medida se enfoca en reducir el impacto de las emisiones líquidas de los vertimientos de origen industrial al río. Se establecieron industrias de "prioridad 1" y de "prioridad 2", dependiendo de la magnitud de sus vertidos. Las 22 de primera prioridad tenían plazo hasta el pasado diciembre para presentar un proyecto de una planta de tratamiento que debe estar construido para 2015. La mayoría pertenecen a la industria cárnica.
Según Julián Ruiz, especialista en Derecho Ambiental de Ferrere que fue consultado en momentos de crisis por la Dinama, algunas empresas ya presentaron sus planes ambientales. Además, el organismo multó a varios establecimientos por no cumplir con los valores de la normativa sobre vertidos.
"Pero sancionar no es suficiente porque se debe apuntar a que se conserve el curso del agua y no a sancionar porque sí", dijo el especialista.
"Yo creo que las medidas son las que están en carpeta. Quizá tendrían que haber sido adoptadas antes", acotó.
"La situación sigue igual. No ha mejorado. Va a llevar unos años. Hay muchos aportes que continúan siendo recibidos", puntualizó también Aubriot.
Plan de acción ambiental
1.Vertimientos industriales
Reducir el impacto de las emisiones líquidas de origen industrial con la presentación y ejecución de plantas de tratamiento. Plazo final: diciembre de 2015.2.Saneamiento doméstico
Reducir el impacto de las emisiones líquidas de los vertimientos de origen doméstico (saneamiento). La prioridad es Fray Marcos, San Ramón y Santa Lucía. Presentación de proyectos antes de junio de 2014 y ejecución a diciembre de 2015.3.Control de fertilización
Declarar como zona prioritaria la cuenca hidrográfica y exigir de forma obligatoria a todos sus padrones rurales el control de la aplicación de nutrientes y plaguicidas. Presentación de los planes de uso, manejo y conservación.4.Control de feed lots
Suspender en la cuenca hidrográfica declarada "Zona A" (prioritaria) la instalación de feed lots (engorde a corral) y la ampliación de los existentes hasta que exista una nueva reglamentación.5.Control de tambos
Exigir el tratamiento de efluentes a todos los tambos de la cuenca. Antes de diciembre de 2013 para los tambos con más de 500 vacunos (en operación a diciembre de 2015) y de setiembre de 2014 a los de menos de 500 (en operación a abril de 2017).6.Planta de Aguas corrientes
Implementar una solución definitiva al manejo y disposición de lodos de la planta de tratamiento de agua potable de Aguas Corrientes. 7.Acceso del ganadoControlar el aporte de nutrientes. Restringir el acceso del ganado a abrevar en los recursos de la "Zona A". Construir un perímetro de restricción en los embalses de Paso Severino, Canelón Grande y San Francisco.
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