Contribuido por el Prof. Abel Inchuste
LA VANGUARDIA, Barcelona diciembre
MUERTE SÚBITA CARDÍACA, SIN PREVIO AVISO
La muerte súbita cardíaca es aquella muerte, inesperada, que sobreviene dentro de las primeras horas después del primer síntoma y que tiene origen en el corazón. Afecta a más de 30.000 personas anualmente en España. La mayoría adultas que padecen una enfermedad coronaria, es decir una obstrucción en las arterias que irrigan el músculo cardíaco. Si esta obstrucción se completa, se produce un infarto de miocardio, que puede desencadenar una arritmia cardíaca maligna llamada fibrilación ventricular y provocar la muerte súbita.
En los jóvenes, la muerte súbita no suele estar causada por la enfermedad coronaria sino por enfermedades genéticas, hereditarias, que se transmiten a través de las generaciones de una familia. Estos efectos genéticos afectan la actividad eléctrica del corazón y pueden desencadenar la arritmia maligna. La muerte súbita del joven es afortunadamente poco frecuente, pero causa un enorme impacto social, sobretodo cuando afecta a deportistas de élite, como hemos visto en estos últimos años.
Esta enfermedad puede acontecer en cualquier instante sin previo aviso. La detección precoz a una posible predisposición a una muerte súbita es pues crítica para su prevención. Este esfuerzo requiere un abordaje multidisciplinar, desde diferentes ámbitos médicos y sociales, para reducir el riesgo, abortar la arritmia si sucede e identificar a los familiares en riesgo antes de un evento fatídico en los casos genéticos. Entre las acciones que se deben llevar a cabo destacan las siguientes:
Valoración médica adecuada en los más jóvenes. La actividad física es necesaria para crecer con una buena salud, pero, en un porcentaje pequeño déla población, el deporte le puede causar una muerte súbita. Son aquellas personas que tienen enfermedades hereditarias del sistema eléctrico cardíaco. En ellos el deporte de competición está contraindicado ya que podría en determinadas circunstancias provocar una arritmia maligna. Estas enfermedades pueden ser detectadas mediante la realización de un examen físico, una historia clínica y un electrocardiograma. Es importante concienciar a las familias y al médico que el certificado de aptitud para el deporte debe dejar de ser un mero trámite burocrático de principio de curso y convertirse en un auténtico acto médico.
Valoración médica en los deportistas asiduos. Es frecuente observar como los deportistas perseverantes ignoran la necesidad de seguimiento médico, quizás creyendo que su condición física y la práctica deportiva les protegen de la enfermedad cardiovascular. El deporte de resistencia continuado provoca unos cambios en la estructura del corazón que deben ser valorados de forma periódica para asegurarnos que no sobrepasan el límite de lo normal. Una valoración médica anual es necesaria para detectar cualquier cambio que les pueda haber pasado desapercibido y que pueda conllevar un riesgo para su salud.
Valoración médica en los que reinician la actividad física. Volver a practicar deporte después de varios años, la típica resolución de año nuevo, puede conllevar riesgos importantes para la salud. Durante este período de inactividad el adulto puede haber desarrollado una actividad coronaria que ha permanecido silente precisamente porque no ha puesto su corazón bajo estrés. El reinicio de la práctica deportiva requiere una valoración médica previa para asegurarnos que la capacidad cardiológico es la adecuada y no vamos a correr riesgos inesperados.
Los estudios genéticos. La nueva tecnología complementaria de diagnóstico. La genética ha evolucionado rápidamente. En sólo 20 años se han identificado más de un centenar de genes asociados a muerte súbita cardíaca, causantes de enfermedades que pueden permanecer sin diagnosticar en las familias, y cuyo primer síntoma puede ser precisamente la muerte súbita. Los estudios genéticos permiten identificar los portadores de estas mutaciones y tomar medidas de prevención para evitar una muerte súbita.
El estudio de los genes responsables de la muerte súbita cardíaca no están indicados en todo el mundo, pero pueden ser determinantes en pacientes en quienes los datos clínicos hacen sospechar una enfermedad genética, en aquellas familias que han padecido una muerte súbita de causa indeterminada o en aquellos pacientes que han perdido el conocimiento (síncope) y en los cuales no se ha identificado una causa. La complejidad de la genética cardiovascular ha llegado a tal nivel, que es aconsejable una valoración médica, tanto previa como de los resultados, por centros especializados.
Ramón Brugada
Decano de la Facultad de Medicina UdG
Director Centro Genética Cardiovascular IDIBGI
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